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Lecciones de ganadoras del Premio Roche sobre el periodismo de salud pospandemia
Es innegable el efecto que el COVID-19 tuvo en el periodismo. De un momento a otro los profesionales de la comunicación cambiaron la forma de hacer su trabajo, algunos asumieron la cobertura de temas de salud por primera vez, tuvieron que entender un tema complejo y de alto impacto, y divulgarlo con un lenguaje común a la audiencia. Al tiempo, debían proteger su salud y calmar sus propios temores en un momento en el que era poco lo que se sabía con certeza.
Pasado el tiempo álgido de la pandemia y habiendo asimilado el COVID-19 en el día a día, consultamos a Liz Gascón y Patricia Marcano, las más recientes ganadoras del Premio Roche de Periodismo en Salud en las categorías Periodismo Sonoro y Periodismo Digital, sus reflexiones y lecciones aprendidas tras la cobertura de este tema, aplicadas ahora al desarrollar trabajos periodísticos sobre otros temas de salud y ciencia.
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Seis prácticas periodísticas originadas en la pandemia
Este es un compilado de buenas prácticas para la cobertura de salud y ciencia, nacidas del ejercicio periodístico desarrollado durante la pandemia, según las periodistas Liz Gascón y Patricia Marcano:
1. Revisar con mayor atención los papers científicos y los ensayos clínicos, ya que no todos tienen la misma calidad o relevancia. Se debe tener en cuenta la fuente de la información, si la revista científica está arbitrada o no, el tamaño de la muestra, la metodología, si es un estudio in vitro o en animales, entre otros detalles.
2. Buscar la fuente más especializada. En el caso del coronavirus, fue notable la importancia de hablar con especialistas en virus, infectología, epidemiología y en las distintas áreas afectadas por la enfermedad (cardiólogos, neumólogos, psiquiatras), para asegurar la calidad y veracidad de la información.
3. Hacer coberturas con enfoque en el periodismo de soluciones, para brindar herramientas a las audiencias y que puedan conocer respuestas o experiencias que han funcionado en otras poblaciones en medio de una pandemia, y cubrir más allá de la desesperanza.
4. Brindar contexto y evitar la estigmatización al citar discursos de funcionarios públicos, especialmente cuando consisten en señalamientos contra ciudadanos por el aumento de los contagios.
5. No abandonar a la gente. Hablar con las personas sobre cómo viven con la enfermedad, cómo viven tras la recuperación, qué efectos les produjo. Es la manera de aterrizar la información de las revistas científicas y de los especialistas, en el día a día. Estos testimonios llevan a entender las diferentes formas de vivir una misma enfermedad, ayudan a crear empatía y a lograr la identificación de la audiencia en el otro.
6. Recurrir a los “infociudadanos”, líderes comunitarios, activistas de derechos humanos o habitantes de distintas comunidades que han sido capacitados para la verificación y difusión de noticias en sus comunidades (figura utilizada por El Pitazo y otros medios de comunicación de Venezuela), en la búsqueda de historias, testimonios y temas relacionados con la salud pública, especialmente cuando hay restricciones del periodista para movilizarse hasta los lugares de los hechos.
¿Cómo mantener la relevancia del periodismo de salud y ciencia?
Las ganadoras en la octava edición del Premio Roche también se refirieron a la notoriedad alcanzada por el periodismo de salud y ciencia con motivo del cubrimiento del COVID-19, una característica que para estas periodistas venezolanas no se puede perder pasado el momento álgido de la pandemia, por lo que nos compartieron algunas claves para mantener ese objetivo:
– Publicar contenidos de calidad
“No nos dejemos arropar por el breaking, por lo que da más clics, sino por la información redactada y construida con mucha calidad”, explicó Patricia Marcano, alegando a la necesidad de realmente hacer entender a la audiencia cómo una enfermedad puede afectar una vida.
– Buscar historias “invisibilizadas”
Liz Gascón invita a desarrollar más coberturas sobre la salud mental y los servicios de salud pública. “Que estas historias estén al alcance y sean entendidas por todas las audiencias y presentadas en distintas plataformas”, indicó.
– Mantener una periodicidad en las publicaciones
La coautora de ‘La mala leche de los CLAP’ propone tener una columna fija a la semana en prensa, radio o televisión, “para crear el hábito y que la gente sepa en qué determinado día va a poder consultar información que le va a ser útil”.
Sobre el Premio Roche
El Premio Roche de Periodismo en Salud es una iniciativa de Roche América Latina, con la Secretaría Técnica de la Fundación Gabo, que busca reconocer la excelencia y estimular la cobertura periodística de calidad sobre temas de salud y ciencia en América Latina, integrando miradas desde lo sanitario, económico, político, social, entre otras áreas de investigación en el periodismo.
Para más información o consultar inquietudes sobre la décima edición del Premio Roche, comunícate al correo electrónico: premioroche@fundaciongabo.org