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Hablar de salud mental, un reto periodístico
El aumento de cobertura mediática sobre problemas de salud mental, de acuerdo con una encuesta realizada por Mind, organización caritativa británica que trabaja por la salud mental, ha provocado que el 31 por ciento de las personas que padecen este tipo de enfermedades se sienta “menos solo”.
Los resultados de la investigación demuestran que los periodistas tienen más influencia en el cambio de actitudes hacia la salud mental que los políticos, ya que las noticias fomentan una discusión más amplia entre el público sobre temas relacionados con este padecimiento.
Esta es una de las razones por las que existe el Premio Roche de Periodismo en Salud, que tiene la convocatoria abierta hasta el 2 de abril en las categorías Periodismo Sonoro, Periodismo Digital y Cobertura Diaria, para reconocer la excelencia y estimular la cobertura periodística de calidad sobre temas de salud en América Latina.
Sin duda, hacer el cubrimiento de esta temática representa un desafío para los periodistas, por ello, Pablo Correa, editor de temas de ciencia, salud y medio ambiente en el diario colombiano El Espectador, compartió, durante un seminario web enfocado en los ‘Relatos que exploran la salud mental en Colombia’, aprendizajes para cubrirla de la mejor forma.
Evita caer en lugares comunes
Salud mental es un tema que abarca una gran cantidad de trastornos: bipolaridad, ansiedad, ataques de pánico, fobia social, trastorno de estrés secundario a un trauma. En total, más de 100 tipos distintos de enfermedades psiquiátricas. Si el periodista no se deja guiar por una auténtica curiosidad en su investigación, terminará inevitablemente abordando estos temas de manera superficial, sin lograr explicar al lector realmente sus causas, incidencia y otros aspectos diferenciadores.
Tratar de no hacer periodismo de escritorio
Cuando el periodista no ha dedicado el tiempo y la pasión suficientes para cubrir un tema de salud mental a profundidad terminará haciendo periodismo de escritorio. Esto quiere decir: sin desarrollar una sana cercanía con las fuentes médicas pertinentes.
No caer en la porno-miseria o la romantización
En temas de salud mental existirá siempre la tentación de tratar de relatar las historias de los pacientes de una forma ficcionada, que para Correa parece sacada de alguna novela romántica del Siglo XIX. Al retratar estas historias en tono de porno-miseria, el periodista termina prolongando la estigmatización de quienes padecen alguna enfermedad mental.
Perderle el miedo a la ciencia
Cuando no es un periodista especializado en temas de ciencia o salud quien cubre estos temas es frecuente que en sus reportajes no tenga en cuenta los estudios científicos que se hayan referido a la investigación que está tratando. Al obviarlos, terminará haciendo un periodismo superficial, pues deja de lado un mar de conocimiento que durante el último siglo le ha permitido a la humanidad entender mejor la enfermedad mental vista desde la neurología, la psiquiatría, fisiología, anatomía o la neurolingüística.
Cuidado con consultar las fuentes equivocadas
Lamentablemente es frecuente ver que al abordar temas de salud mental el periodista termine consultando a pseudocientíficos que conceden entrevistas fácilmente para promover sus servicios, sin que en realidad cuenten con el conocimiento necesario que permita denominarlos como fuentes calificadas. Pero el periodista profesional debe luchar incesantemente contra la charlatanería en el área de la salud, como manera de servir adecuadamente a su audiencia.
Usar las imágenes adecuadas
Es habitual ver que para acompañar los reportajes sobre salud mental se utilice la típica imagen de stock que muestra a una persona tomándose con preocupación la cabeza. Por el contrario, si el reportero se toma el trabajo de ir a un hospital a retratar a pacientes de verdad, con seguridad obtendrá imágenes con un enfoque muy diferente y mucho más cercanas a la realidad.
Buscar nuevos temas y enfoques diferentes
Correa recomienda a los periodistas leer mucha literatura de no ficción. Recomienda a autores como Oliver Sacks, que en su narrativa fomentan el desarrollo de nuevas miradas sobre temas de salud mental, que con seguridad permitirá ampliar su agenda y diversificar las maneras de abordar una historia. También sugirió revisar el trabajo de periodistas especializados como Benedict Carey de The New York Times, o escuchar el podcast Hidden Brain, de la radio pública de los Estados Unidos.
Instagram como una herramienta para personas que padecen algún trastorno de salud mental (contenido adicional)
Esta red social, que se ha convertido en una de las más usadas a nivel mundial por su facilidad, dinamismo y estructura narrativa, además de ser una egoteca, cuenta con algunas herramientas para ayudar a quienes presentan algún tipo de patología de salud mental como la depresión.
¿Cómo funciona? Al escribir #depresion en el buscador (la lupita) sale un mensaje que indica que si una persona está pasando por un momento difícil puede encontrar apoyo hablando con un amigo, con un voluntario de una organización de ayuda o a través de sugerencias que les han resultado útiles a otras personas.
Sobre el Premio Roche
El Premio Roche de Periodismo en Salud es una iniciativa de Roche América Latina con la Secretaría Técnica de la Fundación Gabo. El Premio reconoce la excelencia y fomenta el trabajo periodístico de calidad en la cobertura de temas de salud en América Latina.