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Columnistas

Cómo abordar la violencia de género desde la salud pública

Cómo abordar la violencia de género desde la salud pública

mayo 31, 2022

Por: Olívia Meireles

La violencia contra las mujeres es un problema con diferentes facetas. Cuando abordamos el tema en un reportaje, podemos optar por investigar el trabajo desde una perspectiva social, legal, de género y de seguridad. Pero rara vez analizamos este tema desde el enfoque de la salud pública.

El Informe Mundial de 2019 de la ONG internacional Humans Rights Watch (HRW – Observatorio de Derechos Humanos), publicado en enero de ese año, afirma que hay una “epidemia” de violencia doméstica en Brasil.

Con datos recopilados a principios del 2018, el estudio estima que hay más de 1,2 millones de casos de agresión contra mujeres pendientes en la justicia brasileña. El documento también denuncia la precariedad de la red de apoyo a las víctimas de violencia de género en el ámbito social y médico.

El informe indica que la violencia doméstica necesita un esfuerzo multidisciplinario para ser extinguida. La alerta sirve para el servicio público, pero la prensa también debe asimilarla para discutir cómo mejorar la cobertura del tema.

El periodista suele confiar en fuentes policiales y judiciales para investigar casos de feminicidio. El seguimiento a la investigación de estas muertes es fundamental para que las familias tengan justicia, pero sobre todo para evitar que un hombre cometa el mismo crimen en contra de otras víctimas.

Pero antes de llegar a las comisarías, la violencia contra las mujeres pasa por diversos servicios públicos de salud. Este dato quedó muy claro para la redacción de Metrópoles mientras hacíamos las investigaciones para la serie de reportajes Elas por Elas.

El proyecto centrado en la violencia de género ganó el Premio Roche de Periodismo en Salud 2020 en la categoría Cobertura Diaria. Durante el proceso de investigación, el uso de fuentes médicas resultó fundamental para entender cómo el Estado abandonó, en diferentes niveles, a las víctimas de feminicidio.

Durante el 2019, Metrópoles publicó los perfiles de todas las víctimas de feminicidio en Brasilia, la capital de Brasil. La idea inicial de la serie de reportajes era mostrar que detrás de los números presentes en las estadísticas, había mujeres con historias que iban más allá de la violencia.

Elegimos un equipo de 47 mujeres para investigar, filmar, fotografiar, editar e ilustrar los reportajes. Fueron 365 días de seguimiento a los casos ocurridos en la capital del país y en sus regiones administrativas. Publicamos 544 artículos con la etiqueta Violencia contra la mujer y las páginas de estos artículos recibieron 11 millones de visualizaciones.

Al contar la historia de cada una de las 33 mujeres asesinadas en aquel año, logramos mostrar cómo la violencia doméstica provoca graves consecuencias psicológicas en las víctimas. No importaba si las agresiones duraban unas semanas o décadas, las parejas destrozaban la autoestima de las víctimas, haciéndoles imposible reaccionar y rehacer su vida en otros ambientes.

Los expertos explicaron a nuestros reporteros que las mujeres que han sufrido abuso continuo pueden desarrollar ansiedad y depresión. El miedo a la agresión física o a una situación de confrontación a menudo las deja en un estado de estrés constante o apatía permanente.

Después de hablar a diario con sobrevivientes, huérfanos y familias heridas, llegamos a la siguiente conclusión: no se puede hablar de violencia de género sin hablar de salud mental. La ley Maria da Penha y la ley del feminicidio son importantes para castigar a los criminales, pero son insuficientes para detener este tipo de agresión.

Todas las personas involucradas en casos de violencia doméstica deben someterse a tratamiento psicológico. Las víctimas necesitan apoyo para reconstruir sus vidas, reconstruir la autoconfianza y sanar el trauma. Y los hombres también deben mantener un seguimiento psicológico hasta que comprendan que la mujer no es un objeto de posesión y descubran su nuevo rol en la sociedad moderna.

Acabar con la cultura sexista es la única manera de salvar a las futuras víctimas. Por ende, la discusión acerca de la masculinidad tóxica debe estar en las clases y en las conversaciones alrededor de la mesa. Deben ser intermediadas por educadores, abogados, académicos, pero también por un equipo de salud mental. Es fundamental que el periodismo participe de este debate.

Sobre el Premio Roche

El Premio Roche de Periodismo en Salud es una iniciativa de Roche América Latina, con la Secretaría Técnica de la Fundación Gabo, que busca reconocer la excelencia y estimular la cobertura periodística de calidad sobre temas de salud y ciencia en América Latina, integrando miradas desde lo sanitario, económico, político, social, entre otras áreas de investigación en el periodismo.

Para más información o consultar inquietudes sobre la décima edición del Premio Roche, comunícate al correo electrónico: premioroche@fundaciongabo.org

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