Este informe forma parte de la serie “Mala comida brasileña”, sobre el hambre y la epidemia de obesidad que afectan a la población más pobre del país. En el texto se evidencian los síntomas y el diagnóstico de distintos niños que presentaron náuseas tras comer productos ultraprocesados y alimentos con exceso de calorías.

A finales de mayo de 2022, Silvana Freitas vio a su hijo palidecer después de comer solo dos paquetes de fideos instantáneos. Marcos André, de 10 años, se sintió mareado, vomitó, se quejó de dolor abdominal y pidió a su madre que lo llevara al hospital. No era la primera vez que sentía esa sensación nauseabunda. Cuando el médico le preguntó qué había comido ese día, la respuesta fue un menú repleto de productos ultraprocesados ​​y alimentos ricos en calorías. El diagnóstico era idéntico al que el niño había recibido tantas veces antes. “El médico dijo que tenía que dejar de comer comida chatarra porque estaba enfermo por la comida”, recuerda su madre.

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