Es un relato sorprendente, conmovedor e impactante. Un seguimiento de mucho tiempo a la historia de una niña que lucha por sobrevivir a la leucemia, librando significativas batallas como la de participar en unas olimpiadas de conocimiento. La narración es muy bien cuidada y aprovecha al máximo la inteligencia y madurez de la protagonista. El manejo de la cámara es excelente, lo mismo que la edición. Tiene el valor adicional de llegar hasta el final de la historia. Si bien es triste, es lo que le da más fuerza al trabajo.

Cabe resaltar que el trabajo fue emitido en un canal de televisión pública y reta a utilizar el documental como un lenguaje más frecuente en reportajes periodísticos.

El acceso al personaje y el seguimiento cotidiano, abordan el tema de la atención médica de calidad, el cuidado de la familia, el apoyo del entorno, sin caer en la literalidad.

Es un retrato inspirador y puede motivar a otras personas a afrontar la enfermedad con más optimismo. El jurado recomienda su difusión.