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Relatoría del Premio Roche de Periodismo en Salud – Categoría Periodismo Digital 2020

Relatoría del Premio Roche de Periodismo en Salud – Categoría Periodismo Digital 2020

octubre 15, 2020

Introducción

Durante ocho años, Roche América Latina con la Secretaría Técnica de la Fundación Gabo han destacado y galardonado la excelencia, la ética y el rigor del periodismo de salud realizado en Latinoamérica a través de este certamen. En 2020, la respuesta y acogida del Premio Roche de Periodismo en Salud entre los colegas marcó un récord gracias a las 876 postulaciones recibidas de 19 países.

Este año el premio contó con tres categorías, de las cuales una —Cobertura Diaria— se estrenó en esta edición, mientras que las otras dos se adaptaron para responder a la transformación de los formatos y plataformas para la difusión de información. Las categorías a saber son: Periodismo Digital (con 504 trabajos inscritos), Cobertura Diaria (254 postulaciones) y Periodismo Sonoro (118 trabajos inscritos).

Otra novedad del Premio Roche en 2020 fue la mención de honor en periodismo de soluciones, creada para promover la producción de historias periodísticas que investiguen, narren y expliquen en profundidad las respuestas que instituciones, comunidades y personas están desarrollando ante los retos, problemas y brechas de salud en América Latina.

La coyuntura generada por el COVID-19 propició la creación de una nueva mención de honor para reconocer el abordaje periodístico de la pandemia y su relación con la sostenibilidad de los sistemas de salud en América Latina. Esta recibió 283 postulaciones.

Las sesiones se realizaron por teleconferencia entre cada grupo de jurados y asesores para las dos menciones de honor, con el apoyo técnico del equipo de Fundación Gabo, los días 12, 13, 14, 15 y 17 de agosto.

Previo a esto, un grupo de periodistas iberoamericanos hizo una primera evaluación de las postulaciones en cada categoría en concurso, con el acompañamiento de Guillermo Capuya, asesor médico de esta edición del Premio Roche, quien veló por el rigor técnico y científico dentro de las piezas periodísticas inscritas.

Para el caso de la categoría Periodismo Digital el prejurado estuvo conformado por Mónica González Islas, fotógrafa y documentalista, especializada en la edición, producción y visualización multimedia; Carlos Salinas Maldonado, periodista del diario El País, de España; Nathalia Passarinho, reportera de BBC News Brasil y ganadora del Premio Roche en 2019; Charlotte de Beauvoir, realizadora sonora y periodista freelance, ganadora del Premio Roche en 2018; Mariana Alvim, periodista en BBC News Brasil en São Paulo; Iván Maestre Vera, periodista vinculado a Ecuavisa donde produce y dirige Visión 360, programa periodístico de investigación; Juan Camilo Chaves, biólogo, maestro en arte y magíster en periodismo, ganador del Premio Roche en 2018; Renata Cabrales Rojas, periodista y máster en periodismo digital, líder del equipo portal Bogota.gov.co y coordinadora de proyectos en el Centro Gabo; Ana Ormaechea, periodista y emprendedora, directora de Producto Digital de Prisa Radio; Margarita Barrero, periodista, editora general multimedia de El Colombiano, y Marta del Vado, corresponsal en Washington de la Cadena SER, de España.

Luego de la revisión de los requisitos técnicos y de la preselección realizada por este grupo de periodistas iberoamericanos, 49 piezas periodísticas llegaron a la instancia final de la categoría, en la que fueron elegidos un ganador, dos finalistas y una mención de honor en la temática ‘Acceso a la salud’. Las postulaciones fueron evaluadas por el jurado y el asesor médico, quienes el 15 de agosto se reunieron de manera virtual con el equipo de la Secretaría Técnica de la Fundación Gabo para llevar a cabo la sesión de juzgamiento. Ellos son:

Pablo Linde

Lleva casi 20 años dedicado a la prensa escrita, de los cuales los últimos 13 han sido en el diario El País de España. Siempre ha estado enfocado en temas sociales y desde 2013 se centra en aspectos de la salud, primero con un enfoque global, dentro de Planeta Futuro, y luego con uno más sanitario, en las páginas de Sociedad.

En este tiempo ha ganado algunos de los premios periodísticos más prestigiosos de España en esta materia, como el Boehringer, de periodismo en Medicina; el Prismas, de divulgación científica; y el Accenture, de Innovación. Desde enero de este año está dedicado por completo a cubrir la información sobre el coronavirus en España y el mundo.

Cristina Tardáguila

Directora adjunta de la International Fact-Checking Network (IFCN). Es periodista de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) con posgrado en periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid y MBA en Marketing Digital en la Fundación Getulio Vargas, en Río.

En 2015 fundó la Agência Lupa, la primera agencia de noticias de Brasil especializada en fact-checking y en 2017 creó el proyecto de news literacy LupaEducação. Ha sido reportera y editora en la agencia EFE y en los periódicos O Globo y Folha de S.Paulo, además de la revista Piauí. Actualmente coordina la alianza CoronaVirusFacts.

Asesor médico: Guillermo Capuya

Médico egresado de la Universidad de Buenos Aires y especialista en urología. Trabajó en Trasplante Renal (INCUCAI), fue becado por la Sociedad Argentina de Urología al Detroit Medical Center en Michigan (USA) en 2002 y es miembro de la Sociedad Argentina de Urología y de la Confederación Americana de Urología.

Es conductor y columnista en temas médicos en medios de televisión y radio como C5N, Metro, Magazine, CN23, América, entre otros. Tiene posgrados en Marketing Estratégico (Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires) y en Comunicación Científica, Médica y Medio Ambiental (Universidad Pompeu Fabra de Barcelona). Capuya es coordinador académico del posgrado Comunicación Médica Centrada en el Paciente de la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona.

Periodistas venezolanos se destacan pese a las dificultades para ejercer el oficio

El jurado de la categoría Periodismo Digital destacó el alto número de postulaciones provenientes de Venezuela, a pesar de la dificultad para encontrar datos certeros, debido a la situación del país. Cuatro de estos trabajos estuvieron en la selección final de 12 piezas periodísticas revisadas durante la sesión virtual de juzgamiento.

“Es un trabajo periodístico de datos mucho más difícil el que se hace en este país”, comentó Cristina Tardáguila. Aun así, para el jurado, los equipos periodísticos entregaron piezas muy completas y nutridas, con cifras e información específica.

Claro ejemplo de esto es la pieza ganadora de la categoría: ‘La mala leche de los CLAP’, la cual, para Pablo Linde “muestra un alto grado de investigación potente”. Además destaca la relevancia del tema al involucrar la nutrición infantil y el estado de un producto que debería beneficiar a la población, pero que no recoge un verdadero valor nutricional.

Tardáguila destaca la forma en la que se confronta la realidad expuesta en esta pieza, con la información otorgada por el gobierno venezolano. Este elemento, afirmó, es un claro ejercicio de fact-check, a partir de la forma en la que se expuso la información.

A su vez, el jurado destacó el uso de gráficos e infografías en el trabajo ganador, como recurso necesario para entregar de manera contundente la información de este reportaje digital, en el que se evidencia una situación que no solo afecta a la población actual de Venezuela sino a la de, posiblemente, los próximos 30 años, teniendo en cuenta la importancia de los primeros 1.000 días de vida de un ser humano. “Si en ese periodo la base no es sólida, los niños estarán condenados a tener un déficit cognitivo de por vida”, indicó Guillermo Capuya, asesor médico.

Por su parte, Pablo Linde opinó que no debe ser fácil para los periodistas en este país ir mucho más allá de las estimaciones que pueda hacer, por ejemplo, una sociedad de médicos que apoye como fuente una historia de salud y, en vista de la imposibilidad de conseguir otro tipo de datos, hacer uso de esas estimaciones en el producto final.

Lo anterior, haciendo referencia al trabajo titulado ‘Frente al dolor más intenso’, que recibió la mención de honor en acceso a la salud dentro de la categoría Periodismo Digital por transportar al lector, con entrevistas duras y emocionantes, a la dolorosa experiencia de los pacientes oncológicos en Venezuela.

El reportaje pone cara a datos que circulan entre los médicos de cuidados paliativos del país. Entre ellos, que solo uno de cada diez pacientes tiene acceso a fármacos para mitigar el dolor, lo que, además de un problema de salud, refleja un conflicto social que debería alarmar al mundo.

Ante el impacto que le generó la temática desarrollada en este trabajo, Guillermo Capuya, asesor médico del Premio Roche 2020, comentó: “Estar frente a un paciente y no tener la respuesta mínima que significa calmar el dolor es desesperante. La mitad de los médicos paliativistas en Venezuela migraron por esa incapacidad para poder al menos mitigar algo básico como es el dolor”.

La clave es ir más allá de un buen relato

A partir de su evaluación, el jurado dejó ver que en ocasiones una buena redacción o calidad narrativa no es el único ingrediente a tener en cuenta al momento de elaborar una pieza de periodismo en salud. Para Pablo Linde, jurado de la categoría, la historia debe ir mucho más allá de un buen relato.

El periodista del diario El País, de España, aseguró que deben prevalecer las historias con un tema potente y amplia investigación, sin caer en “temas más obvios” para el contexto del país de procedencia de la pieza. Trabajar según esa fórmula, le restaría importancia al trabajo periodístico en el nivel de creatividad y enfoque.

Para el jurado de la categoría Periodismo Digital se deben elaborar narrativas limpias, que presenten las diferentes partes de la historia con orden, sin caer en reiteraciones. “El periodismo digital da la oportunidad de escribir lo que uno quiera, pero una virtud del periodismo también es el ser conciso”, afirmó Pablo Linde.

Además es necesario delimitar bien las temáticas cuando en una misma pieza se integra la salud con lo social, político, religioso o deportivo, y tener una ruta acertada para vincularlas y hacerlas atractivas para un amplio público.

Al tratarse de la categoría Periodismo Digital, Cristina Tardáguila resalta el uso de infografías en los trabajos postulados, vital para encontrar otros formatos en la difusión de la información. Sin embargo, Pablo Linde apela a la cautela que se debe tener con las herramientas digitales que entran a apoyar la historia, de manera que todo el esfuerzo no se vaya en ellos, abandonado la calidad de la narración.

Precisamente, el trabajo finalista ‘As mães da zika abandonadas no coração do Brasil’ fue destacado por el apropiado uso de los formatos digitales, asegurando que aprovecha todos los recursos narrativos de internet para recordar visualmente el problema, emocionar al lector e informar eficientemente, con datos, relatos humanos e información médica rigurosa.

Por otro lado, el jurado resaltó la importancia de la verificación de los datos en las historias de periodismo de salud, de consultar fuentes acertadas que cuenten con cierto grado de credibilidad, especialmente en trabajos periodísticos con características investigativas o de periodismo de datos, y citarlas correctamente.

Nuevas pautas para viejas historias

“Se tiene que reinventar la forma de escribir salud”, reflexionó Cristina Tardáguila, jurado de la categoría. “Qué curioso como los temas de salud siempre comienzan con personajes ‘María, de 5 años…’”, añadió.

Durante la evaluación de las postulaciones en la instancia final, el jurado de la categoría Periodismo Digital enfatizó en la importancia de presentar pautas nuevas y originales en los temas a postular y en el tipo de periodismo de salud que se debe hacer en América Latina, a pesar de los reiterados problemas que caracterizan a esta parte del continente.

Teniendo en cuenta lo anterior, el jurado destacó la pieza ‘La salud en la mesa del poder’ como finalista en esta edición al tratar temas mundiales como son la obesidad y el sobrepeso. “El trabajo cuenta con muchas fuentes, mucha investigación, datos relevantes, sólidos. Además, se muestra un impacto político, se muestra la manipulación de las empresas alimenticias en ciertas investigaciones, en la información en los alimentos en cuanto, por ejemplo, a calorías”, expresó Guillermo Capuya, asesor médico de la octava edición del Premio Roche.

En general, para el jurado, este trabajo trata una de las grandes epidemias no transmisibles del siglo XXI: el sobrepeso y la obesidad. Subraya sus impactos sobre la salud y cómo la industria alimenticia en México frena todo intento de mitigar el problema usando su influencia económica y política mediante el lobby.

Aun así, en esa búsqueda de nuevas formas de contar las historias de salud, el jurado de la categoría Periodismo Digital reitera que los formatos multimedia no pueden estar por encima del contenido o la narración de las historias, equilibrio que para ellos fue fundamental encontrar en las piezas evaluadas en esta edición del Premio Roche.

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